Siete cucharadas de azúcar. Esa es la máxima cantidad que deberíamos
consumir al día, según los nutricionistas, para evitar problemas de salud.
Todos apuntan a cumplir la misma función: endulzar en lugar
del azúcar, lo que significa aportar menos calorías. La sacarina, la sucralosa, el acesulfame K y el aspartamo son
intensamente dulces en pequeñas dosis; otros como el sorbitol y el xilitol son más
voluminosos, como el azúcar real.
La doctora Stacey Lockyer, de la Fundación
Británica de Nutrición, dice “hay estudios que muestran tanto
a corto como a largo plazo que las personas que consumen alimentos dietéticos
ingieren menos calorías y tienden a perder peso; si hablamos de
bebidas, por ejemplo, el agua corriente es lo mejor, pero a algunas personas
les puede resultar difícil cambiar de bebidas azucaradas a agua”.
Como efectos secundarios que podrían provocar que la gente tenga más hambre y alterar los niveles de azúcar en la sangre, también vale la pena
señalar consumir muchos edulcorantes puede causar flatulencia y diarrea. Los niños hasta la edad de tres
años no deberían ingerirlos. En cambio, las mujeres embarazadas sí pueden hacerlo. Las personas que nacen con
una condición genética rara llamada fenilcetonuria deben evitar el aspartamo
porque puede ser perjudicial para ellos. Para el resto de la población es
completamente apto
Ya que el azúcar es un carbohidrato y que todos
los carbohidratos afectan los niveles de glucosa en la sangre, la reducción de
la ingesta de azúcar puede
ayudar a mantener bajo
control los niveles de glucosa en sangre. Por lo tanto , el consumo de
edulcorantes sería adecuado para las personas que padecen de diabetes; "pero
esto no significa que las personas con diabetes deban tener una dieta
totalmente libre de azúcar", afirma: La ONG Diabetes de Reino Unido.
Peña Beltrán María Claudia

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